El vínculo no termina con la ausencia

El vínculo no termina con la ausencia

El 27 de octubre encendemos una luz por todos los perritos que ya no caminan a nuestro lado, pero que siguen viviendo en cada recuerdo, en cada paseo, en cada gesto de amor que nos enseñaron.

No hace falta verlos para sentirlos.
Están en los paseos que nos enseñaron a disfrutar sin prisa, en los silencios compartidos, y la chispa que todavía ilumina nuestros días.

¿Qué nos dejaron?

         Huellas que no desaparecen: un modo más consciente y amoroso de habitar la vida.

         Miradas que permanecen: la ternura con la que aprendimos a cuidar y ser cuidados.

         Silencios que enseñan: el valor de la calma, la presencia y lo esencial.

Recordarlos es una forma de seguir caminando juntos, aunque sus patitas ya no suenen en casa.
Porque el amor que compartimos con ellos no termina: se transforma en memoria y en gratitud.

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